¡Qué grande es la superación!
¡Qué grande es compartir!
Y un decir,… - ¿qué harás mañana?...
acompañado de un,… - ¿te vienes a dar un paseo en bici a Farellones?
- ¿Farellones?
Así, este compañero de batallas de curro, Carlos, se tira al abismo del ciclismo de alta montaña.
Sin duda, la locura es una maravilla.
Y el grupo,… te busca un chándal viejo, unas gafas prestadas, unas zapatillas con calas de talla 41, una camiseta apañada y una bici vieja de montaña con ruedas finas.
Finalmente, el apaño, es una realidad.
Hemos hecho de un tío de traje un pseudo-ciclista.
Mientras tanto, a las 08:15, Exequiel, Haroldo y Villalbilla, salen del Santiago rodando.
Cruzando calles vacías que un día antes apestaban a incienso llegan al punto de encuentro.
Todos, nos encontramos.
De todos los colores y sabores, son estos, los helados que esta cordillera se va a chupar.
En seguida y tras poca charla, tres consejos y la vista del grupo partiéndose en tres, son las indicaciones necesarias para ponerse serio y tomar el lugar que a cada uno le corresponde.
Haroldo con Exequiel marcan ritmo en cabeza con destino a las 39 infernales curvas que unen el campo base con Farellones.
Carmona y Mauricio rondan el cuarto creciente de los que ponen cabeza a esta subida imposible.
Sandra guarda sus armas en un,.. - me aguanto hasta donde pueda mientras me quedo en tierra de nadie.
Guillermo y Eduardo, a sabiendas de la necesidad de hacer equipo se respetan palmo a palmo en la subida.
Y… ese grande Carlos, aguantando que lo pantalones del chándal no se le enganchen entre los pedales pone objetivo,… - No se me pueden ir.
Las curvas pasan, una a una,…
Llegados a la curva 15, es de pensar que quien no llegue a la 31 no llegará al final.
Las vistas a lo largo de la cordillera son espectaculares.
Cumbres nevadas sobre picos que rondan los 5000 metros te hacen disfrutar de la vista a uno y otro lado del valle.
Arriba y lejos, Exequiel y Haroldo ya superan el kilómetro 22, pasan farellones y ponen camino a los 19 km restantes hasta Valle Nevado.
A partir de los 2500 metros el mal de altura aparece, se te va la cabeza y notas que el oxígeno no entra en los pulmones como debe.
La subida continúa.
Curvas y más curvas aumentan los metros que marca el GPS.
Valle Nevado,... Valle Quemado.
Llegamos a los 3450 mts y nos abrazamos.
Estamos arriba, estamos enteros.
Ahora toca el turno de abrigarse.
Manguitos, guantes, perneras, buff, y todo lo que cabía en los bolsillos de este maltrecho espacio en el maillot saltan a sus posiciones previstas.
La bajada es muy rápida, parece que no se va a acabar nunca.
El frío y la nieve destrozan la carretera con tanta facilidad que hay zonas que son auténticos arenales de piedra suelta imposibles de domar.
Aun así, se desciende con la soltura con la que un guitarrista puntea los trastes de la guitarra que acaricia.
Farellones es el vivo retrato de los grandes puertos de montaña, sobre una terraza divisa el circo de cumbres que escupen al cielo el blanco de las nubes.
Carlos está.
Vivo y sentado dice; - me habéis engañado, esto,… no era un paseo por la montaña.
El grupo ríe y le da la bienvenida a este mundillo dándole la enhorabuena por la hazaña conseguida en pantalones de pijama.
Y ahí, se comparte.
Todo.
Una galleta, una cocola, 2000 pesos, un poco de pan, una barrita, la charla,…
Pasados los minutos y tras una foto para el recuerdo, bajamos en grupo todo lo rápido que permiten las zapatas frenar en curvas de 180º.
El MOTE es la bebida que cierra la sesión para todos entre risas y fotos.
Sólo los que antes salieron, son lo que más tarde llegan.
Son las 16:00 Pm, hemos salido a las 08:15 Am, seguimos rodando.
Las montañas, se convierten en colinas, el cielo azul se cubre del gris polvo de la polución y los árboles son ahora edificios inmensos que nos abrigan de nuevo entre un tráfico intenso que no te deja mover la cabeza más allá que el cruce de los coches que discurren por las calles de la ciudad a altas velocidades.
Un hasta mañana es suficiente para decir que nos vemos a las 08:30 en el mismo sitio el domingo.
JC, V´13
